Comunicado AMTTA

LOS ARQUEÓLOGOS MADRILEÑOS DENUNCIAN QUE LA REFORMA LABORAL SUPONDRÁ MÁS PRECARIEDAD PARA EL SECTOR

12/III/12. La Asociación Madrileña de Trabajadores y Trabajadoras en Arqueología (AMTTA) denuncia su rechazo frontal a la reforma laboral, ya que supondrá más precariedad para un sector especialmente castigado por la desregulación y la crisis económica.

Con la reciente aprobación de esta reforma (Real Decreto-ley 3/2012), el futuro de la Arqueología se encuentra en mayor peligro que nunca. Como profesión estrechamente ligada al ámbito económico de la construcción, la crisis de los últimos años ha golpeado duramente a un sector que, desde sus comienzos, ha estado marcado por la precariedad y la inseguridad laboral. Además, los recortes en Investigación y Desarrollo (I+D) y la marginación de las políticas relacionadas con el Patrimonio cultural no ofrecen ninguna alternativa para unos bienes de dominio público y que seguirán su senda de olvido y destrucción.

Madrid, una de las comunidades autónomas con mayor número de intervenciones arqueológicas de España, fruto del modelo del “estamos en obras” no cuenta ni con un reglamento por parte de la administración que regule dichos trabajos, ni con un convenio por parte de las empresas del sector. Éstas han dejado pasar una oportunidad de oro, al no llegar a un acuerdo que no solo habría regularizado y dignificado la profesión, sino que también le habría proporcionado una mayor visibilidad social y reconocimiento. Una vez más perdemos el tren de Europa.

Tras cinco años de trabajo sobre un convenio colectivo innovador y pormenorizado para la Comunidad de Madrid, que podría haber significado un avance en la regulación de los trabajos arqueológicos y su calidad, la aprobación de la reforma laboral echa por tierra cualquier esperanza de futuro en nuestra profesión, al limitar su aplicabilidad.

Desde AMTTA queremos dejar constancia de nuestro rechazo frontal a una reforma laboral que supone un retroceso para los derechos básicos adquiridos por los trabajadores. La situación de la Arqueología ya era precaria y ahora lo será aún más. Pero las consecuencias no sólo serán negativas para los cientos de trabajadores del sector que están y estarán desempleados, o que en el mejor de los casos desempeñen su labor en unas condiciones indignas de trabajo. El propio Patrimonio arqueológico, cuya tutela es responsabilidad de la Administración, sufrirá la falta de protección e investigación exigible para garantizar la salvaguarda de nuestra memoria, materializada en los restos arqueológicos derivados de las actividades de nuestros antepasados. La sociedad, y las administraciones públicas en particular, no pueden asistir indiferentes al sacrificio de su herencia cultural. La salida de la crisis no puede justificar de ninguna manera la desarticulación de las políticas de protección e investigación de nuestro Patrimonio cultural.

El triunfo de la CRISIS lo es también del modelo especulativo y del negocio rápido. Pierden los trabajadores del sector, pero sobre todo pierde la Arqueología de calidad (la que investiga, innova, difunde). Si el único modelo que encuentra respaldo es el del beneficio económico sin recapacitar sobre el capital que supone recuperar para la sociedad un pasado irrepetible. Si la desidia, la burocracia, la precariedad, … entierran el pasado: PERDEMOS TODOS.

Por todo ello, queremos dejar clara nuestra preocupación y enfado ante los problemas que se avecinan y nuestro claro compromiso de seguir luchando, con más ganas que nunca, por una Arqueología mejor, por el empleo de calidad en nuestro sector y por un futuro para nuestro pasado.